Estación de servicio Perbel. Corrientes 861, ca. 1960[/caption]
Por Pablo Makovsky. Una ciudad que desplegaba su modernidad al tiempo que cambiaba para siempre queda ncapturada en la lente de los fotógrafos Joaquín Chiavazza y Blas Persia, quienes entre 1950 y 1964 registraron para el diario La Tribuna (que en esa primera fecha reabría tras permanecer cerrado durante dos años) el día a día de Rosario: desde los embotellamientos en la cuadra del diario, en Santa Fe entre Maipú y San Martín, hasta la salida de clases en una escuela rural; de los felices ganadores de un auto en El Palacio de la Loza hasta los pequeños que recibían los premios Toddy en la redacción del periódico. Y los que cultivaban zapallos, apios gigantes, los que criaban conejos enormes, o aquellos que exhibían un pollito anómalo, con cuatro patas, deformación que atribuían a la "era atómica". Y la gente en la calle, y la calle misma, y los edificios que no están, las esquinas en las que ya no se conserva ni una sola piedra de su pasado; los autos, las motos, los ómnibus, los tranvías, los carros, los negocios, los carteles, los puestos callejeros, el interior de una casa chorizo. Todo eso está en el libro "Joaquín Chiavazza y Blas Persia Fotógrafos. Los años de La Tribuna. 1950-1964", título y descripción de un tomo fabuloso que la Editorial Municipal de Rosario puso en circulación el lunes pasado.