Pedro Rudenko, militante clandestino del Partido Socialista Uruguayo, llega a Rosario en 1977. ¿Vacaciones? ¿Trabajo? No. El cometido de su viaje es contactar a un sindicalista local, para, a su través, dar con Baltasar Betancur, vicepresidente del Partido, secuestrado por la triple A y preso en algún lugar de Rosario desde 1975. Rudenko desaparece en 1981. Deja un cuaderno de notas. Esta es ficción sobre la que crecen los poemas de Pablo Makovsky, quien construye una suerte de autor absoluto que reproduce, por un lado, partes del cuaderno de Rudenko (Rudenko como narrador), pero que también sigue sus pasos en Rosario y finalmente recupera parte de su infancia en el Uruguay (Rudenko como personaje). Con los elementos digresivos de la prosa, y con toda la intensidad de la poesía, Makovsky elabora un producto anfibio que encuentra en esa característica su mejor virtud. Mención especial Concurso Municipal de Poesía Felipe Aldana 2000. Jurado: Concepción Bertone, Raúl García Brarda, Martín Prieto.