Trompo es especialista en seguimientos pero no llega al rango de detective privado. Lector fervoroso de relatos de ciencia ficción y de aventuras, y admirador incondicional de Corto Maltés, camina la ciudad imaginaria de Fingión a la busca de algún buen caso. Perocada uno de ellos, regidos más por los rodeos y el azar que por las pautas rígidas del oficio, lo embarca en un atolladero de pesquisas en las que nunca sabe a ciencia cierta si es el perseguidor o perseguido. Los equívocos dan vida y soltura a las historias de Hombres que no entienden nada y, lejos de entorpecerlas, promueven la construcción de una serie de personajes y tramas inolvidables, y de un tono humorístico que sabe combinar, en dosis justas, sarcasmo y candor. Así, perfectamente instalado en la tradición del policial negro, Jorge Barroso logra, en su primer libro de cuentos, la agilidad narrativa del videogame y la precisión del cómic sin perder ni por un momento la potencia clásica del género. Hombres que no entienden nada, de Jorge Barroso, obtuvo el primer premio del Concurso literario «Ciudad de Rosario» 2006, categoría Relato de ficción, cuyo jurado estuvo integrado por Enrique Butti, Analía Capdevila y Patricia Suárez.