A músicas y músicos del sello de la editorial le estamos pidiendo que confeccionen listas razonadas de sus discos preferidos.

Por Ethel Koffman 1-Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967). The Beatles Uno de mis discos preferidos. Ya desde los primeros años de la secundaria nos juntábamos algunas tardes con Patricia, una compañera también fanática de los Beatles a escuchar este disco hasta que aprendimos las letras de memoria. Cuando armé el cuarteto de cuerdas “Todo Beatles”, algunas de estas canciones fueron las que nunca tuve que leer al cantarlas en vivo. Mi preferida, sin dudas, “She’s leaving home”.   2-Clics modernos (1983). Charly García Un disco sin desperdicio. Recuerdo que salió cerca de finales del 83 y que fue grabado enteramente en Nueva York. Motivador, desafiante y cargado de referencias al reciente pasado represivo. Un tema mejor que otro, además de que era hermoso bailarlo.   3-Del 63 (1984). Fito Páez Discazo. Melancólico, tanguero y moderno a la vez, con una gran influencia de su paso por la banda de Charly en los arreglos y el audio. “Canción sobre canción” y “Tres agujas” aún las sigo tocando en la intimidad de mi casa.   4-Fina estampa (1994). Caetano Veloso Un disco de lujo. La elección del repertorio y la interpretación son de una rigurosa impecabilidad. Muy meritorio escuchar a Caetano cantar enteramente en español y en el rescate de canciones tradicionales de diferentes latitudes. Dos hallazgos: el arreglo de la “Tonada de luna llena” y la versión con cuerdas de “Un vestido y un amor”.   5-Tribalistas (2002). Marisa Monte/Arnaldo Antunes y Carlinhos Braun Este disco siempre me conectó con la alegría y la libertad. Me encantaba escucharlo viajando, en la ruta. Además, la tesitura de Marisa me queda muy cómoda y puedo cantar encima de su voz. Tanto me gustó este disco que compré el DVD para ver cómo se había grabado y allí comprobé esa “libertad” que transmitían.   6-Elis y Tom (1974). Tom Jobim y Elis Regina Cuando empecé a cantar como solista me interesé por muchas cantantes de distintos géneros. Buscaba lugares de identificación y maneras de decir. Y allí estaba Elis, pequeña saltarina, intensa, desgarradora a veces. Tuve la suerte de verla en vivo desde el primer palco en el teatro Olimpo de Corrientes y Mendoza. Una experiencia religiosa. Y en este disco, con arreglos de César Camargo Mariano, su marido, Elis canta junto a Tom Jobim, el genio de la armonía. “Aguas de marzo”, la bellísima “Retrato en blanco y negro” con letra de Chico Buarque, “Corcovado” y otras perlitas lo convierten en un disco de culto.   7-The Juliet Letters (1993). Elvis Costello y The Brodsky Quartet Un cantante más actor que cantante. Un disco como obra conceptual de cartas imaginarias enviadas a un destinatario imaginario, Juliet Capulet. Los músicos del cuarteto de cuerdas contribuyeron a la escritura de la letra y de la música junto a Costello. Arreglos con tintes dramáticos de una calidad y talento interpretativo exquisitos. ¡Un disco inspirador! El DVD tiene las características de una obra teatral con una cuidadísima puesta en escena.   8-In the corner of this world (2019). Kotringo A Kotringo la descubrí no hace tanto tiempo, cuando vino a la Argentina. Cantante, pianista y compositora que ya tiene en su haber 15 discos editados. Sus discos son de una belleza delicada y sutil y de una creatividad casi minimalista. Bellas canciones que van desde el pop a la música sinfónica y las bandas de sonido, faceta en la que se destaca especialmente. Una talentosa chica Berklee de voz cristalina y muy original en sus composiciones.   9-Canciones de Henry Martínez (2000). Cecilia Todd Este bellísimo disco es una especie de compendio de la música venezolana: ritmos, timbres y sonoridades variadas dan cuenta de una cantante que decide mostrar la cultura de su país a través de sus compositores. Impecables y cuidados arreglos, y una Cecilia Tood madura en su canto y expresividad.   10-Mujer y argentina (1995). Liliana Vitale Mujer y cantante intensa y comprometida con su arte. Me gustaba mucho ir a escucharla en vivo cada vez que venía a Rosario. Por mucho tiempo, su manera de cantar fue inspiradora para mí. Su canto duele, envuelve, aúlla. Y en este disco en particular se entreteje una sincronía casi celestial con el piano de Lito Vitale. Desde el arte de tapa (una Liliana Vitale que da la cara y se planta) hasta la elección del repertorio con lo mejor de Discépolo, Homero y Virgilio Expósito, Homero Manzi y Cátulo Castillo entremezclado con los “tangos” de Charly y la melancólica “Laura va” del Flaco Spinetta hacen de este disco una verdadera invitación a los oscuros laberintos de la interpretación.